Por una parte, están sus defensores a ultranza, a quienes se ha dado en llamar evangelistas, y que recuerdan que una integración óptima de la tecnología permitiría cambiar el paradigma de la educación escolar, centrándolo mucho más en la actividad del alumno. Por otra parte, también hay voces que sostienen que la tecnología no es ni más ni menos que una fuente de entretenimiento que no hace más que distraer a los alumnos, y a sus docentes, de lo sustancial: aprender cosas serias...
FRANCESC PEDRÓ 21/11/2011
(Ver la noticia completa aquí: La tecnología y la educación: una dosis de realismo. Una visión más pragmática se impone en la aplicación al aula de medios digitales.)